El hotel en sí es muy pequeño, realmente si eres familia con niños no hay mucho espacio para jugar. Lo menciono porque para algunos viajeros sería importante saber este dato. Yo que iba con mi mamá y con la intención de descansar me pareció perfecto. Claro que un jardín más grande para dar la vuelta sería genial, pero vaya, descansar muy bien. Nuestra habitación era amplia, el baño, con respecto al cubículo donde está el WC y el lavabo si era incómodo, muy muy pequeño. No hay donde dejar cosas y en general esa área de baño y clóset era incómoda. Pero el resto de la habitación muy fresca, cómoda, amplia y limpia. La alberca es pequeña pero suficiente ya que realmente estábamos solas y podíamos estar tranquilas, yo lo disfruté mucho.
En este hotel lo que se destaca muchiiiiiiisimo es la atención de todo el personal, son muy muy amables y eso hizo nuestra estancia aún mejor y más cómoda y amena.
Pero algo que no te puedes perder definitivamente incluso si no te hospedas en sus habitaciones es ir a desayunar o comer! Tienen al mejor chef de Cuernavaca! Impresionante la comida, sazón, calidad, atención, emplatado y los costos acorde, no es baratísimo pero es que su calidad vale lo que pagas. Y como tienes desayuno incluido ai te hospedas ahí, puedes gastar un poco más en la comida sin salir de tu presupuesto y disfrutar de sus delicias. De verdad hasta tuvimos que conocer al chef y felicitarlo.
Si regresaría y lo recomiendo mucho. Vas disfrutarlo.
