El personal en los restaurantes excelente servicio muy amables y serviciales, pero los de seguridad en las albercas fue muy desagradable, nos llamaron la atención por comer alrededor de la alberca y lo entiendo, es de sentido común, lo que fue muy chistoso es que cerca de nosotros estaban unos estadounidenses comiendo hamburguesas dentro de la alberca y a ellos los dejaron estar ahí tirando la comida en la alberca mientras comían y no les dijeron nada, y yo lo veo como racismo, o sea que ellos pueden hacer todo hasta fumar en áreas indebidas son decirles nada, jamás volveré a visitar ese hotel, y yo no porque no me hayan dejado hacer lo mismo, sino por el trato tan evidente que experimenté.