Teniendo en cuenta la antigüedad del edificio, los propietarios esmeran en tenerlo limpio y digno. Las habitaciones son confortables el estado de limpieza de las mismas es impecable. Las zonas comunes se ven evidencias que el edificio es antiguo pero, quizás, eso sea algo que le aporte dignidad Para aquel que sepa valorar lo que todo eso implica.
El señor mayor que me atendió en el desayuno, se esforzaba por entenderme y fue muy educado.
La recepcionista muy cercana y muy agradable.