Los propietarios de esta encantadora casa rural son amables, atentos y te ofrecen una experiencia de estancia muy agradable. La casa tiene un jardín extraordinario con unas vistas a la montaña maravillosas y la decoración de la casa es de un gusto muy apreciable, se nota el cariño que le han puesto en su realización. El desayuno es muy variado y rico con tartas caseras , zumos naturales, mermeladas caseras, miel natural de la zona. Fue una grata sorpresa y muy agradable estancia.