Es la segunda vez que me alojo aquí.
Los chicos de recepción súper amables, como siempre.
En cambio la cafetería, me vuelvo a llevar chasco.
No reponen las cosas y la mujer que está en sala está todo el rato recogiengo las cosas, limpiando la maquina de cafe... La verdad que incomoda porque está todo el rato en medio. Creo que eso lo podria hacer después, porque las cosas usadas las dejamos nosotros en un carro.